Ser buenos discípulos de Cristo: Saber orar en la Santa Misa
Para poder ser un buen discípulo de Cristo, tenemos que siempre participar activamente en la Santa Misa. Uno de los medios mas importantes que debemos de saber es que, para participar muy bien en la Santa Misa, debemos de orar siempre en la Misa. Tenemos que preguntarnos primero: ¿A que vamos a la Santa Misa? Vamos a orar. Así, podremos seguir a Cristo y ser buenos discípulos de Cristo.
Nuestro objetivo todos los sábados o domingos que vayamos a la Santa Misa debe de ser que podamos orar durante la celebración. Es importante no distraerse ni predisponerse para decir que vamos a la Santa Misa solo a oír la homilía del sacerdote o a comulgar solamente. El objetivo es orar y, por esto, debemos de saber el por que y el para que vamos a orar. Oramos por alguna necesidad, por algún enfermo, por algún difunto, por nuestra familia, etc. Pero, debemos de participar atentamente a toda la Santa Misa y debemos de estar orando en toda la Santa Misa.
Recuerden que, antes de irnos a la Misa, debemos de ayunar por lo menos una hora antes de entrar a la Iglesia. Es parte de nuestro tiempo de ser buenos discípulos y de, también orar en la Santa Misa. Si vamos a ir a la Misa, no vayamos con mala actitud, ni enojados en el carro, ni discutiendo, ni dormidos. Debemos de ir con la disposición de oír y de participar en toda la Santa Misa con una postura orante: desde el canto de entrada hasta el canto de salida. Por supuesto, el tomar agua y el tomar sus medicinas antes de la Santa Misa está permitido.
Los niños pequeños pueden llevar su alimento (como el biberón) pero recuerden no llevar otros alimentos (especialmente Sabritas) a la Santa Misa. Recuerden no mascar chicle ni llevar chicle a la Iglesia. Vamos a orar a la Santa Misa. No hay que llevar cachuchas ni gorras ni sombreros a la Santa Misa. Ya no se usan tampoco las mantitas de las mujeres, pero si gustan llevarlas, esta bien.
En nuestras Iglesias de nuestra Diócesis, al entrar y salir de la Iglesia, hay agua bendita cerca de las puertas. Recuerden hacer la señal de la Santa Cruz usando el agua bendita al entrar y salir de la Iglesia. Nuestra ropa debe de ser modesta y apropiada para ir a orar a la Santa Misa. Y no hay que cruzar la pierna en las bancas. También, debemos de apagar nuestros teléfonos celulares durante la Santa Misa. No queremos distraernos en la Santa Misa. Tampoco no les den el teléfono celular ni la tableta a nuestros niños pues ellos están aprendiendo a orar también y no a estar distraídos en la Santa Misa. No hay que salirse al baño o a tomar agua a cada rato ni a contestar mensajes o a contestar llamadas en nuestro teléfono celular. Es tiempo de orar. No es tiempo de poner el Facebook que ya estamos en Misa ni tampoco es tiempo de andar tomando selfis o fotos durante la Misa. Respetemos y oremos durante la Santa Misa.
La Santa Misa no es para estar platicando. Si un niño pequeño esta haciendo ruido o esta gritando mucho, deben de llevarlo a la parte de atrás para que no se escuche mucho o, en ese caso, salirse un rato para no distraer a las demás personas. Tampoco dejen que sus niños anden corriendo en la Iglesia. Recuerden no estar leyendo el boletín durante la Santa Misa. Es para llevarlo a la casa. En oración, participemos de escuchar las lecturas de la Santa Biblia, de la homilía del sacerdote, del credo y de las oraciones de los fieles. También, en el momento de la consagración, es importante orar con mas fervor por nuestras intenciones. Hay que dar de corazón en la limosna (no solo 1 dólar sino 10 o mas dólares). Nuestra Iglesia depende de esas limosnas.
Al rezar el Padre Nuestro si podemos extender las manos para pedirle al Señor por nuestras necesidades. Si gustan tomar de la mano a la otra persona, también lo pueden hacer. Pero recuerde la actitud de oración. También, al dar la señal de la paz, debemos de hacer este gesto en actitud de oración. No es para saludar al vecino que no hemos visto desde la semana pasada ni tampoco para poder saludar a todos desde la primera hasta la ultima banca.
Si están enfermos de la gripa, recuerde no tomar del cáliz la Sangre de Cristo. Pero, al comulgar vaya usted en una actitud de oración. No es necesario hincarse enfrente del sacerdote o del ministro de eucaristía. Simplemente hay que tomar con actitud sincera y de corazón el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Recuerde que la actitud de oración debe de permanecer en toda la Santa Misa. No asistas a Misa solo por cumplir, a la Misa hay que vivirla. Cada Misa tiene un valor infinito, ya que allí se ofrece al mismo Jesucristo, el Hijo del Dios vivo. Al recordar estos pasos, recordemos orar en silencio, al contestar la Santa Misa, al cantar los cantos de la Misa y al despedirnos también del Señor. Al salir de la Santa Misa, empieza nuestra semana: no discutamos, ni nos enojemos tampoco después de la Santa Misa. Ofrezcamos ese día al Señor. ¡Dios los bendiga!