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Por Steve y Bridget Patton

ELLA DICE: Él hace comentarios sarcásticos sobre nuestros amigos

Cuando vamos a fiestas o salimos a cenar, Pedro siempre hace algunos comentarios sarcásticos sobre nuestros amigos después. Le he pedido que no lo haga, porque me incomoda.

ÉL DICE: Si ella no quiere que hable, solo mantendré la boca cerrada

Mira, se llama conversación. Si Linda no quiere que hable, solo mantendré la boca cerrada. Esto convertirá nuestro matrimonio en uno bastante tranquilo si no puedo hablar.

¿QUÉ HACER?

No es que Linda no quiera que dejes de hablar, Pedro, sólo te pide que no hables de cierta manera, es decir, hablar de tus amigos a sus espaldas. Pero tal vez ese tipo de conversación te sea tan habitual que pararla, en efecto, te deje sin palabras, como la vieja broma de hacer que una persona, que gesticula mucho, se quede muda atándole las manos a la espalda. Pero si ese es realmente tu caso y el de tu mal hablar, entonces, Pedro, no sería una broma.

No se trata simplemente de que uno de ustedes tenga la cortesía de no hablar de una manera que haga que el otro se sienta incómodo. Esta es una forma de discurso mortal que, como los chismes, las maldiciones y las calumnias, es simplemente incorrecto, punto, incluso si ambos estaban cómodos con eso.

Las Escrituras son claras: “No salga de la boca de ustedes ninguna palabra mala (corrompida), sino sólo la que sea buena para edificación … para que imparta gracia a los que escuchan”. (Ef 4:29) Santiago es muy específico en esto: La lengua “es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios … esto no debe ser así”. (St 3:8-10)

¿Qué hacer? Si este es realmente un hábito, Pedro, puede que ambos necesiten un esfuerzo considerable y paciencia para cambiarlo. Primero, dense permiso para corregirse amorosamente. Segundo, prepárense. Tercero, debes saber que no estás solo. Incluso después de 23 años de matrimonio, cada uno de nosotros todavía tiene que pedirle al otro que no hable mal de nosotros o de otras personas, y eso incluye a las celebridades y los políticos. No siempre es fácil mencionar estas cosas o escucharlas, pero es clave para un matrimonio santo y saludable.

Finalmente, traten de ser alegres. ¿Qué tal si ustedes están de acuerdo en que la próxima vez que Pedro salga en una perorata, Linda tenga permiso para intervenir con una frase clave como "¡Y ahora revisaremos todo lo que es bueno acerca de nuestro amigo!"? Si él sigue despotricando, Linda, solo sonríe e inunde la conversación con comentarios positivos.

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Steve y Bridget Patton tienen maestrías en teología y consejería y sirven como ministros de vida familiar para la Diócesis de Sacramento.