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Por Hermana Ann Shields

Cómo rezar la Liturgia de las Horas

¿Qué es la Liturgia de las Horas, o tal se le llamaba antes, el Oficio Divino? Conforme a la Oficina de la Sagrada Congregación para el Culto Divino en el Vaticano: “Desde tiempos antiguos, la Iglesia he tenido la costumbre de celebrar cada día la Liturgia de las Horas. De esta manera, la Iglesia cumple con el precepto del Señor de que oremos sin cesar, y al ofrecer su alabanza a Dios Padre intercede para la salvación del mundo”.

Cuando los sacerdotes (quienes están en la obligación de rezar la Liturgia de las Horas diariamente), los diáconos (quienes tienen la obligación de hacer las oraciones de la mañana y de la tarde), y todo laicado reza parte de la Liturgia de las Horas diariamente, la Iglesia en su totalidad se une. Además de la Misa diaria, rezar la Liturgia de las Horas nos permite unirnos como hermanos y hermanas alrededor del mundo y estar frente a Dios Padre con gratitud, ofreciéndole alabanzas y pidiéndole que escuche nuestra oración por las muchas necesidades del mundo.

La Liturgia de las Horas, rezada con atención se convierte en todo un coro de alabanza, adoración, acción de gracias y de petición que llega ante el trono del Padre permanentemente, como una sola voz, en todo el mundo. Algunos la han llamado el "incienso aromático" que se eleva hacia Dios día y noche. Debido a que estamos unidos en Cristo con verdaderos creyentes en todo el mundo, no hay un momento en el que Dios no recibe nuestra adoración. Cuando el sol se pone aquí, se eleva en otra parte del mundo; el coro de alabanza y adoración es, en un sentido real, "sin cesar". Qué privilegio ser parte de esto. Nunca estamos solos, incluso si estamos orando físicamente la Liturgia de las Horas en la tranquilidad de nuestra casa, en una habitación de hospital o en nuestro lugar de trabajo o en cualquier lugar.

Aunque los sacerdotes y diáconos tienen ciertas obligaciones de rezar la Liturgia de las Horas que son muy importantes, y las comunidades religiosas de hombres o mujeres rezan de acuerdo a las reglas de sus propias comunidades religiosas, se anima a los laicos para que oren las partes del Oficio que les sea posible conforme a sus otras responsabilidades.

Finalmente, la Liturgia de las Horas es muy útil para dar un marco a la oración diaria y nos ayuda a evitar las distracciones. Sin embargo, tengamos siempre en cuenta, que ésta debe ser un trampolín para un contacto más personal con Dios. Es un regalo de la Iglesia para fortalecer su propia relación personal con el Padre; también puede ayudar, al mismo tiempo, a reafirmar su identidad como parte del cuerpo de Cristo en todo el mundo.

Tenga en cuenta que la Liturgia de las Horas en su presentación completa de cuatro volúmenes, rezada especialmente por los obispos, sacerdotes y diáconos, es muy cara y no es necesaria para todos, a menos que desee utilizarla. La edición-cristiana en un solo volumen – Oración Cristiana: La Liturgia de las Horas – cubre algunas de las horas y puede ser una mejor opción para el horario de una persona común.

La Liturgia de las Horas está organizada en los siguientes periodos:

El Oficio de Lecturas: Pasajes de la escritura diarios, así como lecturas de los padres de la Iglesia, papas y varios santos.

La oración de la Mañana: Especialmente salmos de alabanza, luego una lectura corta de los Evangelios o de las cartas de Pablo, así como los otros santos y los doctores de la Iglesia. Estas lecturas son seguidas de intercesiones para toda la Iglesia y por nuestras propias necesidades.

La oración de media mañana: Un tiempo para hacer una pausa, dar gracias a Dios y meditar en un pasaje de la Escritura.

La oración de mediodía: Esta es un poco más larga y es para agradecer y alabar a Dios, se lee uno o dos versículos breves de la Escritura y un examen de conciencia.

La oración de media tarde: Esta es similar a la Oración de media mañana.

La oración de la tarde: Sigue el formato de la Oración de la mañana, excepto la atención se centra más en la acción de gracias a través de los salmos.

La oración de la noche: Este es un tiempo para descansar en la presencia del Padre al final del día, tomar algún tiempo para alabarle otra vez, un examen de conciencia y pedir el perdón de Dios en lo que le hemos fallado.

La Hermana Ann Shields es una reconocida autora y es miembro de las Siervas del Amor de Dios. @srannshieldssgl